Amante del arte y el diseño, el protagonista de esta historia se refugia entre las obras de su colección para crear la base de un espacio vanguardista.
Compone el lienzo en blanco de la decoración con creaciones que ha reunido durante los últimos años, con las que aporta color y autenticidad al interior.
Desde los relieves a las texturas y colores: como buen coleccionista, el planteamiento es que el recorrido por cada una de las estancias sea un viaje sensorial a través del arte.
Los elementos actuales contrastan con los trazos desenvueltos de la pintura al óleo: las líneas minimalistas de los estores y cortinas verticales se complementan con las formas curvas de los dibujos.
La antítesis de ambos aspectos es lo que constituye la esencia de este espacio, solamente imaginable por su propio protagonista, apasionado de lo auténtico y coleccionista de arte en paredes y ventanas.